Cuando un alcalde te bloquea en redes sociales es porque algo está fallando, en su capacidad de comunicación (que incluye fundamentalmente la escucha) y diálogo con los ciudadanos, en su habilidad como actor político pues olvidó que la política también se construye de gestos, en su respeto a la democracia que reconoce que el poder de una autoridad se debe ante todo a los ciudadanos que lo eligieron.

Y este gesto no es anodino, más aún cuando recordamos que la Internet ofrece hoy en día alternativas interesantes para agilizar y volver más transparentes la relación entre gobernantes y gobernados. Entonces, ¿qué mensaje podría estar dando un alcalde que de un tiempo atrás empezó a adquirir la costumbre de bloquear en las redes a sus vecinos?

La página pública del señor Juan Carlos Zurek, todavía alcalde de La Molina y aspirante a la alcaldía metropolitana, ya es conocida entre los vecinos del distrito por optar por esta alternativa: la de silenciar en las redes a toda voz disonante que podría dejarlo mal parado en sus propósitos electorales (1). 

 Esta vez me tocó a mí y más allá de sentirme “feliz” por integrarme así al “club de los vecinos bloqueados por Zurek” debo decir que en mí más ha primado la indignación y la preocupación pues este tipo de comportamientos puede llegar a generalizarse entre los diferentes gobernantes locales.

En mi caso particular, podría haber entendido un bloqueo si yo hubiese “osado” escribir en su página pública (la que usa también para su campaña) desde una cuenta falsa. Lo hubiera comprendido también si mis comentarios hubiesen estado llenos de insultos o adjetivos despectivos. Pero no fue ni uno ni otro. Mi gran y único pecado fue haber sido crítica a su accionar y no dejar que la mano me tiemble para hacerle llegar la molestia que creo compartir con muchos vecinos,  al ver que nuestra ciudad se pierde en el desorden mientras que el alcalde de nuestro distrito brilla por su ausencia y pasa sus días y tardes bailando, comiendo anticuchos, inaugurando partidos de fútbol o regalando helados, todo ello en el marco de una adelantadísima campaña electoral.

La manzana de la discordia fue este comentario, que escribí el día sábado 30 de septiembre en su página pública, como reacción a una publicación sobre su campaña en San Juan de Lurigancho.

En el vídeo y fotos donde adjunté este comentario se ve a un Zurek bailarín, empeñoso en moverse al ritmo de la música y las señoras que lo animan. Yo llegué a esta publicación pues en un grupo cerrado de discusión vecinal, que hoy es la base de un colectivo vecinal, ambos llamados Unidos Por La Molina, varios vecinos publicaron este hecho y manifestaban su seria indignación. Yo creí que lo mejor sería escribirle directamente y probar si, pese a que le transmitiría mi molestia, por hacerlo correctamente me daría por lo menos una respuesta. 

Al percatarme de este hecho escribí de inmediato a su otra cuenta de campaña (de Somos Perú) y al email institucional del alcalde. Iba a hacerlo al de la propia Municipalidad pero luego recordé que esta institución había bloqueado la mensajería vía Facebook, otra muestra más de esta intención de cortar cualquier tipo de comunicación directa con sus vecinos. Hasta el momento -lunes 2 de octubre al mediodía- no he recibido respuesta alguna.

                       [Capturas de pantalla de antes y después del bloque]

► Me silencian, entonces, YO HABLO

Decidí hacer pública esta situación porque considero que es un pésimo precedente para la democracia local en el país y si un ciudadano calla ante cualquier atropello, simplemente se vuelve cómplice del mismo. Es importante que el alcalde Zurek y los demás alcaldes y funcionarios públicos entiendan que por el rol que desempeñan, deben respetar sus obligaciones de transparencia y acceso a la información pública en todas sus formas de comunicación con los ciudadanos, incluyendo las redes sociales. 

Lamentablemente, en el país la normativa sigue en pañales en lo referente a este espacio público que constituye la Internet pero los precedentes empiezan a surgir. Y no me refiero a éste sino al caso que hace un tiempo sonó en los medios cuando un ciudadano demandó al primer ministro Pedro Cateriano por haberlo bloqueado en Twitter. (2) 

En lo personal no pienso llegar a tales instancias. Mi única intención con este texto es visibilizar un asunto que considero de importancia pues nos dice mucho sobre la capacidad de escucha, diálogo y tolerancia de las autoridades.

Foto: La municipalidad de La Molina, siguiendo el estilo de las municipalidades de Chorrillos y Lince -ambas altamente cuestionadas por sus vecinos--, ha optado por DESACTIVAR EL SERVICIO DE MENSAJERÍA en su página oficial en Facebook

Foto: Otras municipalidades, como las de San Isidro, San Borja o Surco, sí mantienen el servicio de mensajería. ¿Qué revela todo esto?

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(1) Diversos vecinos han denunciado haber sido bloqueados en Twitter y Facebook.

(2) http://rpp.pe/politica/judiciales/los-funcionarios-publicos-no-podrian-bloquear-usuarios-en-twitter-noticia-997982